Horcajuelo de la Sierra

El término municipal de Horcajuelo de la Sierra, antiguamente denominado El Orajuelo, se encuentra situado al Norte de la provincia de Madrid, en las estribaciones meridionales del macizo Ayllón, pertenecientes a Somosierra. Su superficie es de 24,4 kilómetros cuadrados y su altitud media, 1.145 m., alcanzando en su extremo norte los 2.030 m. para descender en el extremo sur hasta los 1.050 m.

El medio físico que le sirve de asentamiento es duro, accidentado topográficamente, con suelo pobre y pedregoso y abundancia de pequeños cauces de agua que posibilitan zonas de huerta y pasto intensivo.

En las crestas graníticas crece el matorral. En la paramera existe una extensa zona de montaña con pinar y algo de jara. Más ceca del pueblo hay parcelas abandonadas que fueron tierras de cultivo. También pueden encontrarse rebollares, pastos con setos de encinas y algunos cultivos en bancales.

El pueblo se asienta en el borde apuntado de un cerro a cuyas faldas, de pronunciadas pendientes, se encuentran los arroyos de la Garita y Grande. De esta ubicación proviene el topónimo “Horcajuelo”: horca o pueblo entre dos ríos.

que visitar

Qué visitar

La Ermita de Nuestra Señora de los Dolores se encuentra situada en las inmediaciones de la población, a unos 500 metros aproximadamente. Sin embargo, existe la posibilidad de llegar a ella siguiendo una ruta de unos 1,5 kilómetros que parte de las calles de Horcajuelo de la Sierra y ofrece unas interesantes panorámicas del municipio.

La Fragua es una de las más completas de la zona. Conserva el fuelle para avivar el fuego, la bigornia, la pila de templar el hierro, la rueda de afilar, tenazas, soldadores, martillos y útiles para dar forma a los clavos.

El Museo Etnológico reproduce una antigua vivienda rural típica de la zona, además cuenta con una pequeña exposición de trajes típicos. Se complementa con la fragua y un museo de pintura. Horario de visitas: Invierno: Miércoles-viernes 16:00 h. y 17:00 h.; Sábados 12:00 h., 13:00 h., 16:00 h. y 17:00 h.; Domingos y festivos 12:00 h. y 13:00 h. Verano: Miércoles-viernes 18:00 h. y 19:00 h.; Sábados 12:00 h., 13:00 h., 18:00 h. y 19:00 h.; Domingos y festivos 12:00 h. y 13:00 h.

Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari, es de construcción barroca, con una capilla gótica del siglo XV. En ella hay una escultura de San Roque del siglo XVI-XVII y una pintura barroca de San Jerónimo.

Gastronomía

La matanza del cerdo constituía una rica y abundante despensa para todo el año. La carne de ternera que proporcionan nuestros pastos es muy apreciada.

Actualmente hay vecinos del lugar que se dedican a la apicultura, donde se puede comprar la exquisita miel casera de brezo y roble.

Historia

No se tienen datos sobre la fundación de Horcajuelo. Posiblemente, como otros muchos pueblos serranos, fue durante la Edad Media un asentamiento temporal de pastores de Buitrago, para el aprovechamiento de pastos.

La lenta repoblación de la Tierra de Buitrago tras la Reconquista no llegó a Horcajuelo hasta, posiblemente, el siglo XIII, época en la que debió consolidarse como pueblo estable. Como todas las aldeas de la zona perteneció primero a la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago, y desde 1368 al Señorío de Buitrago, de la familia de los Mendoza (desde el siglo XV, Duques del Infantado).

casas rurales Las primeras construcciones de la población se levantaron en el punto más agudo del cerro. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, Horcajuelo siguió perteneciendo al Señorío del Duque del Infantado y como tal pagando importantes rentas y gobernándose por las Ordenanzas Generales Comunes. La población pasó de 53 vecinos en el año 1554, a 33 en 1655 y a 25 en 1670.

En 1797 la población había ascendido a 75 vecinos, ninguno de ellos asentado en casa de campo o alquería. El principal recurso económico era la ganadería lanar que determinaba el régimen de explotación de los cultivos: los “rodeos” sometidos al régimen de año y vez, y los tercios, sembrados cada tres años. En torno al pueblo se situaban los pequeños huertos y los linares, junto con el ejido comunal dedicado a pastos. La Dehesa Boyal Comunal se reservaba a los animales de labor y a los cerdos. También se explotaban colmenas.

En el siglo XIX se produjo una completa modificación de la organización política, económica y territorial del país, que incidió de forma intensa en las condiciones de vida de Horcajuelo y de todos los pueblos de la zona: fin del Régimen Señorial, desaparición de la Mesta, Desamortizaciones eclesiástica y civil, nueva división provincial.

En 1833, Horcajuelo pasó a ser un municipio independiente de la provincia de Madrid, integrado en el Partido Judicial de Torrelaguna. A finales de siglo la población tenía 125 vecinos. El municipio mantenía una escuela de educación primaria y vivía en ella un médico. La economía seguía basándose en la agricultura y la ganadería: parcelas de regadío con hortalizas, legumbres y frutas; tierras de secano con cereales; prados con heno; montes de roble y mata baja; ganadería lanar, vacuna y caprina.

Aunque durante la Guerra Civil la línea del frente se situó en Somosierra, Horcajuelo tuvo más suerte que otros pueblos de la zona y no sufrió grandes destrozos.

Desde la década de los 60 del siglo XX el municipio experimentó un proceso de despoblación acelerada y de envejecimiento, debido a la emigración de sus habitantes más jóvenes.

No se han desarrollado urbanizaciones de segunda residencia y el pueblo ha conservado su calidad ambiental y las características arquitectónicas tradicionales. En 1980 fue declarado Núcleo de Interés Rural y las nuevas edificaciones han respetado las tipologías y materiales autóctonos. Esto ha hecho que Horcajuelo de la Sierra haya registrado un desarrollo turístico sostenible, en donde destacan restaurantes y casas rurales que se integran con el entorno.

El final de la economía tradicional y la emigración hicieron que Horcajuelo pasase de tener 396 habitantes en 1900, a 67 en 1991. Hasta la década de los 80, con la declaración de la Sierra Norte como “Comarca de acción especial “, esta situación no empieza a cambiar, y a partir de 1988, se invierte definitivamente gracias a la creciente demanda turística de cultura tradicional y naturaleza. En la actualidad Horcajuelo de la Sierra es uno de los mejores exponentes de la Comunidad de Madrid de integración y conservación urbanística.

Arquitectura

Su arquitectura rural, como la de toda la Sierra Norte, está condicionada por la climatología. Las lajas de pizarra, la piedra, el adobe y la madera son el material básico utilizado para las viviendas logrando así abrigarse de los rigores del invierno.

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