El medioambiente y el bolsillo nos piden que ahorremos energía. Consejos Prácticos

El medioambiente y el bolsillo nos piden que ahorremos energía. Consejos Prácticos

Con los primeros días frescos (fríos para algunos) del otoño, da comienzo la vieja y repetitiva disputa sobre la calefacción. ¿La encendemos? ¿A qué temperatura tiene que estar el termostato? Ocurre en las casas, en las oficinas, en las comunidades de vecinos, en los medios de transporte colectivos: unos pasan frío y otros calor.

La temperatura de confort en invierno, en la que la mayoría de las personas se sienten cómodas, es entre 19 y 21° centígrados. Mantener el termostato en ese rango es una cuestión que además tiene mucho que ver con el ahorro y la eficiencia energética. Pero la grasa corporal, la ropa o el género influyen en la sensación térmica individual de cada uno. ¿Es posible un acuerdo?

El medio ambiente agradece si retrasamos el momento de encender la calefacción, aunque algunos días haga frío. El gasto energético es importante –hasta el 50% del consumo en el hogar—y por cada grado que se suba la temperatura, el gasto aumentará un 7%. La temperatura de confort en invierno es entre los 19 y 21 grados, y durante la noche basta con que el dormitorio esté entre 15 y 17º, según indica el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE).

La tecnología también ayuda para que más gente esté a gusto en un espacio cerrado y para lograr una reducción del gasto energético. Un respiro para el medio ambiente. Así, hay sistemas para que la temperatura deuna vivienda, se pueda regular por zonas. Los termostatos programables permiten además ajustar distintas temperaturas para diferentes franjas horarias, en función de si vamos a estar en casa o no.

En este sentido, el IDAE recomienda bajar el termostato hasta los 15ºC en las horas en las que que nadie ocupe la casa; y si la ausencia es por varios días, sugiere bajarlo a 5. Tampoco en la cocina hace falta que se regule a 21ºC. “Tiene sus propias fuentes de calor y requieren menos calefacción”, explica el organismo en su informe ‘Ahorra energía’. Con ello, se consiguen importantes ahorros de energía y dinero. La calefacción supone en torno a la mitad de energía que se consume en cada hogar y hasta un 60% en las comunidades de vecinos con sistemas centralizados.

Un buen aislamiento, contribuye a que el calor del hogar no se nos escape por las rendijas. Las ventanas son uno de los mayores enemigos para los frioleros, por ellas se pierde la mayor parte del calor. Unas ventanas eficientes –cristales térmicos o doble acristalamiento– pueden reducir un 30% las necesidades de calefacción.

En las Casas Rurales El Bulín se puede disfrutar tanto de la calefacción como de chimeneas con leña incluida, es nuestra propia leña reciclada de la poda y la limpieza de los montes de la Sierra Norte de Madrid.

Consejos prácticos para ahorrar energía y dinero en calefacción

Estas son las pautas a seguir que propone el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía:

  1. Una temperatura de 21ºC es suficiente para mantener el confort de una vivienda.
  2. Apague la calefacción mientras duerme y por la mañana espere a ventilar la casa y cerrar las ventanas para encenderla.
  3. Ahorre entre un 8 y un 13% de energía colocando válvulas termostáticas en radiadores o termostatos programables, son además soluciones asequibles fáciles de instalar.
  4. Reduzca la posición del termostato a 15ºC (posición “economía” de algunos termostatos, si se va a ausentar durante unas horas.
  5. No espere a que se estropee el equipo: el mantenimiento adecuado de la caldera individual le ahorrará un 15% de energía.
  6. Cuando los radiadores están sucios, el aire contenido en su interior dificulta la transmisión de calor desde el agua caliente al exterior. Este aire debe purgarse al menos una vez al año, al iniciar la temporada de calefacción. En el momento que deje de salir el aire y comience a salir solo agua, estará limpio.
  7. No deben cubrirse los radiadores ni poner ningún objeto al lado, porque se dificultará la adecuada difusión del aire caliente.
  8. Para ventilar completamente una habitación es suficiente con abrir las ventanas 10 minutos para renovar el aire.
  9. Cierre las persianas y cortinas por la noche: evitará importantes pérdidas de calor.

[Imagen desenchufados.net]

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