Así se combate a los alojamientos ilegales

El Gobierno de Cataluña está dando ejemplo para combatir a los alojamientos ilegales, una lacra que está diezmando a gran parte del sector, sobre todo PYMES y MicroPYMES. En este caso, ha decidido plantar cara al portal de Internet Airbnb al imponerle una multa de 30.000 euros por comercializar apartamentos turísticos ilegales.

La sanción obedece a que la Generalitat ha constatado que la empresa norteamericana intermedia entre turistas y propietarios de viviendas que no han sido debidamente inscritas en el Registro de Turismo de Cataluña, según explican fuentes del Ejecutivo catalán. Además, el portal ofrece habitaciones en domicilios particulares, lo cual está prohibido por la normativa catalana. En caso de que Airbnb no retire del portal las viviendas no habilitadas para ser alquiladas a turistas, la Generalitat se plantea iniciar un procedimiento para impedir que se pueda acceder a la plataforma desde Cataluña.

Nacido en 2008 en San Francisco, Airbnb se ha convertido en el portal más popular para hallar alojamiento vacacional. La firma ofrece habitaciones, viviendas, castillos —e incluso furgonetas y cuevas— en más de 34.000 ciudades de 190 países. La compañía, que ya ha alojado a más de 15 millones de personas, ha estado en el punto de mira de las autoridades de Nueva York (EE UU), Quebec (Canadá) o Ámsterdam (Holanda). Sin embargo, Cataluña ha sido la primera Administración de la Unión Europea en sancionar al portal de Internet.

La infracción ha sido considerada “grave” por los responsables de Turismo, por lo que ha impuesto la multa máxima, de 30.000 euros, a Airbnb Online Services Spain. A esa calificación ha influido la concurrencia de varias circunstancias agravantes, según han detallado las fuentes consultadas. En concreto, el Departamento de Empresa y Empleo, que dirige Felip Puig, ha considerado los perjuicios causados al resto del sector reglado por competencia desleal, el beneficio ilícito obtenido, el volumen económico de la empresa y la trascendencia social de la actuación infractora para el interés turístico, puesto que el viajero cree que está contratando un servicio legal.

La compañía ha estado en el punto de mira de Nueva York y Ámsterdam
La última reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) dejó al margen de la normativa estatal las viviendas que salgan al mercado a través “canales de oferta turística” con una “finalidad lucrativa” y estableció que esos alquileres fueran regulados mediante la normativa sectorial, que debían elaborar las comunidades. El sector turístico interpretó entonces que el Gobierno cedía a las demandas de los hoteleros, que veían con preocupación la oleada de sitios de Internet que promueven el consumo colaborativo en el ámbito turístico.

Cataluña fue la primera comunidad que puso coto a los apartamentos turísticos tras calcular que tenía un millón de camas ilegales. Desde la entrada en vigor de la normativa, la Generalitat ha legalizado cerca de 200.000 camas turísticas. El decreto permite las viviendas de uso turístico, siempre que sus propietarios hayan comunicado previamente su actividad al Ayuntamiento, se hayan inscrito en el Registro de Turismo de Cataluña y cumplan unos requisitos mínimos de prestaciones, higiene y atención. En cambio, el artículo 66.2 del decreto 159/202 prohíbe que se alquilen habitaciones. “Las viviendas de uso turístico se ceden enteras, y no se permite su cesión por estancias”, reza. Fuentes de la Administración indican que eso también pesó sobre la sanción a Airbnb, puesto que hay un grueso de su oferta que ni era legal ni podrá serlo nunca.

La resolución de la Generalitat obliga a Airbnb a cesar de forma inmediata en la comercialización de inmuebles que estén ubicados en Cataluña y que no estén habilitados. Fuentes del Ejecutivo afirman que la Administración está decidida a hacer cumplir la ley y que, en caso de que la compañía no obedezca, pondrá en marcha el procedimiento necesario para impedir el acceso al portal desde cualquier IP (la dirección del ordenador) situada en Cataluña. Para ello será necesaria la cooperación de las operadoras, ya que la Generalitat admite que no tiene competencias en la inspección y sanción en telecomunicaciones.

El Gobierno catalán detecta más de 11.000 plazas irregulares
La multa a Airbnb procede de una inspección de oficio que el Departamento de Empresa puso en marcha hace un año. Por un lado, se rastrearon 2.000 portales de Internet, de los que 253 recibieron un requerimiento formal de la Generalitat por cometer algún tipo de irregularidad. Finalmente, el Ejecutivo abrió 55 expedientes y cerró ocho con una sanción, entre ellos el de Airbnb. Por otro lado, los inspectores también rastrearon el mercado de apartamentos turísticos. Por ahora, han sido expedientadas 284 personas que gestionaban 1.780 viviendas, lo que suma más de 11.000 plazas ilegales.

Esperamos que el resto de Comunidades Autónomas tomen nota y procedan conforme a la ley para acabar con esta práctica ilegal que genera economía en negro, ya que no pagan impuestos ni prestaciones perjudicando a toda la sociedad.

Fuente El País

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